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miércoles, 20 de abril de 2011

MULTI OBLIGADA!

En Sao Paulo comenzó una nueva etapa de mi viaje, ya que se unió a esta aventura mi madre desde Canarias. Dice que se decidió a ir para "asegurarse" de que yo volviera, pero yo sé que lo hizo porque en el fondo es una aventurera, a las dos nos viene de familia, herencia genética de mi abuela.





Su vuelo llegaba a Sao Paulo y yo volé desde Belém para encontrarme con ella. Llegué un día antes y, claro, viniendo desde Algodoal (un sitio sin coches, sin internet y casi sin gente) a una de las ciudades más grandes del mundo... Qué les voy a contar.
Recuerdo que iba caminando por la calle y me acerqué a una señora para preguntarle alguna dirección, y... ¡ni se paró! ¡Qué cosas más raras hace la gente en las ciudades!

L@s paulistas (nombre que reciben sus habitantes) tienen fama en el resto de Brasil de estar siempre con estrés, corriendo y sólo pensando en trabajar. Y el estereotipo parece cumplirse nada más llegar al aeropuerto, donde me cruzaba con un montón de ejecutivos enchaquetados (a pesar del calor que hacía).

La ciudad me pareció caótica, ruidosa, sucia, cara y con un montón de gente tirada en las calles. Nos quedábamos cerca de la Avenida Paulista, que es la arteria principal de la ciudad (y que divide la zona obrera de la más glamurosa) y por la que circulaban coches y coches a todas horas del día y de la noche. Se me hacía difícil conciliar el sueño...

La parte buena de Sampa (nombre cariñoso que se le da a Sao Paulo) es su gran vida cultural. Yo venía del norte, donde la principal (por no decir la única) cultura que se manifiesta es la religiosa, y me sorprendió mucho ver tantas librerías de segunda mano y hasta máquinas expendedoras de libros en las estaciones de metro.
También me conquistó la música. Hasta entonces, la música con la que nos "torturaban" en el barco del Amazonas y en los chiringuitos de Algodoal era una especie de "tecno-melody" por definirlo de algún modo, machacante, insufrible. Yo me preguntaba dónde estaba la cadencia de la deliciosa música brasileña y la encontré aquí:

Buena música en Sampa

Después hablamos con Fabrizio, el señor mayor que sale en el video y que a mí me recordaba totalmente a alguien de la Vieja Trova y nos dijo que en Sao Paulo había grupos de música en todas las esquinas. Después comprobamos que era cierto.
Aquí les dejo otro video, que no me puedo resistir a poner por lo pintoresco de la situación. No recuerdo cómo se llamaba pero en la camiseta de la bailarina que era del Club de Fans aparece una foto y el nombre.

En una calle de Sampa

Los días se nos pasaron paseando y descubriendo algunos de los tantos rincones y barrios "temáticos" que tiene Sampa, como el barrio italiano (al que no fuimos) y Liberdade, el barrio japonés (que te transporta completamente al otro rincón del planeta).

Según me contó mi madre, mi abuela fue en uno de sus viajes del INSERSO a Portugal, y cuando volvió dijo que ya sabía hablar portugués. De ahí, mi madre sacó también la frase que en Brasil iba diciendo a todo el mundo: Multi obligada! (su traducción personal del "gracias").

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