Después de un maravilloso día de trabajo, con paseo en bici y bañito en la playa, y sintiéndome eufóricamente feliz por la suerte de la vida, volviendo a casa me encuentro con un taxista que me dice, entre otras cosas: "a mí me cuesta adaptarme a los cambios, porque sé que cualquier tiempo que venga...¡va a ser peor!"
Y yo pienso: menos mal que hay de todo en este mundo, y que entre unas y otros, ¡hacemos el yin y el yang!
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