El verano reinaba en su máximo esplendor, el sol transmitía toda su energía, iluminando a un sugerente mar en calma. Arriba, el cielo azul, claro y despejado; abajo, un llano verde repleto de rica hierba fresca... Con este panorama las vacas, felices, se pusieron a bailar.
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Me siento vaca!
ResponderEliminarYo también quiero ser vaca...
ResponderEliminarPues les dejo a ustedes todas las vacas... ¡No quiero volver a oler a cartón y cinta de embalar en mucho tiempo! :-)
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