DIARIO DE VIAJES

Fascinada con el arte de escribir, y los diarios de viaje de Marina Hernández: 

"Quizá, me aventuro a decir, una buena historia es la que consigue decir una verdad sobre nosotros, humanos. El fondo, los personajes, las palabras, las ideas, son el universo de esa posible verdad: buscan encontrar un cierto orden entre tanto caos. Y, si alguna vez lo logramos, la realidad se vuelve un poquito más sólida: como si por fin pudiéramos tocar lo intocable."

Y así, poco a poco, me voy adentrando en aprender cómo contar lo que vivo, cómo seguir viajando y compartiendo lo viajado a través de las palabras...porque la vida, en sí misma, es ya un viaje que merece la pena ser contado.

Aquí les dejo el blog de Maitena Caiman, para que disfruten tanto como yo de las palabras de Marina Hernández:

 http://www.maitenacaiman.com

EN LA NOCHE NADA ES SILENCIO

Cuando de nuevo me desperté con el sonoro dormir de mi vecino del noveno, supe que había llegado el día.
Salí de mi casa sigilosamente y me acerqué hasta el puesto del vigilante, que dormitaba fingiendo hacer guardia frente a la pantalla del ordenador.
Tomé la llave maestra de detrás de la puerta y, con ella, me deslicé en el piso de mi vecino. La maceta que llevaba entre mis manos convertiría aquél en su último ronquido.

DESAYUNO

¡Una bebida revitalizante lo arreglaría todo!

Adiós al agotamiento, a la falta de energía, al estrés en el trabajo...

Se acabó el mal humor al llegar a casa, las peleas con su pareja, la desgana en la cama.. 

Comenzaría, por fin, a hacer deporte, a diseñar maquetas, a aprender ruso...

Su vida daría un giro completo, un cambio repentino, un nuevo comienzo...

"¿Qué desea tomar?" preguntó la camarera al otro lado de la barra.

"Un descafeinado, como siempre".

AMORES DE BARRA

"Qué bonito es el amor", dijo el hombre mayor entre suspiros.

"Cuando es compartido", sentenció el más joven, sentado a su lado en la terraza del bar.

Y ambos quedaron en silencio, reviviendo antiguas historias y alguna que otra más reciente.

Con la mirada perdida en el tiempo y en el espacio, no notaron que eran fijamente observados desde la barra del bar.

"Qué bonito es el amor", dijo la camarera mayor entre suspiros.

"Cuando es compartido", sentenció la más joven, sirviendo otra copa de vino.

CON LOS CINCO SENTIDOS

El rugido de la maquinaria me recuerda que estoy en casa. Las obras interminables, los camiones cargando escombros y el silbido de los obreros al pasar de las muchachas. 

Salgo con la basura, que va dejando un hedor a podrido por toda la escalera.

Mi vecina, siempre pendiente, me espía por la ventana con la cortina a medio echar.

Al cruzar por el jardín, tropiezo con las arrugas que las raíces han ido levantando en la acera. No me doy en la cara, porque mis manos me protegen del suelo, apoyándose en la deposición del perro de mi vecina que, aún tibia y blandita, se cuela entre mis dedos dejándome su sello.

¡Hoy es mi día de suerte!

COSAS DE PUEBLO

Lo bueno de los pueblos chicos es que todo el mundo se conoce. Como en Adeje, donde los paquetes postales se entregan en mano.

¿Para qué va a ir el cartero a casa de Doña Juana con la carta certificada, si a esta hora siempre está sentada en el café de la esquina tomándose el cortado con las amigas?

Es por eso que Doña Juana contrató un buzón en el pueblo de al lado, porque hay paquetes que prefiere no mezclar con el café.

Las normas están claras: 

"No tocar la fruta, manos a la espalda" "Si traes un billete de 50€ para comprar una cosa pequeña la devolución te la daré en monedas de 1€"... 

Me dijo que lleva con su ventita 40 años, ¡su estrategia de marketing funciona!

Comer sushi mientras dos japoneses te miran maniobrar con los palillos, diciéndote "sushi good!" es toda una aventura. 

Ellos llegaron muy contentos al restaurante japonés pero sólo pidieron whisky, ni siquiera una sopa de miso...Supongo que lo que buscaban, más que llenar la barriga, era sentirse en casa!

Hoy, en la guagua, se sentaron cerca mío dos señores mayores que iban hablando con un cantadito peruano y un gran sentido del humor sobre cuestiones de la vida y de la muerte: "Hay veces que decimos que tenemos miedo a morir, pero realmente lo que tenemos es miedo a no haber vivido" pude escucharles entre traqueteos. 

"Mejor quedarnos en la parada anterior, para poder subir. Bajar requiere mayor esfuerzo porque se tensan más los músculos"...Quise comprobar la veracidad de esa teoría, y también yo decidí quedarme una parada antes y así subir hasta mi calle. Creo que funciona. No sé si fue por la copita de vino o por la subida, pero sí que llegué más relajada a casa.

Cada mañana aquí es un regalo de interculturalidad! Hoy en la parada coincidí con una mamá hablando en saharaui con su hija que le respondía en perfecto español, dos mujeres peruanas que trabajan juntas, una mamá canaria que llevaba a su hijo abrigado hasta las orejas y otra familia que quizás podría ser senegalesa, o quizás no...

Así, nada más salir de casa, es como si viajara un poquito!

EL TAXISTA OPTIMISTA

Después de un maravilloso día de trabajo, con paseo en bici y bañito en la playa, y sintiéndome eufóricamente feliz por la suerte de la vida, volviendo a casa me encuentro con un taxista que me dice, entre otras cosas: "a mí me cuesta adaptarme a los cambios, porque sé que cualquier tiempo que venga...¡va a ser peor!" 

Y yo pienso: menos mal que hay de todo en este mundo, y que entre unas y otros, ¡hacemos el yin y el yang!