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jueves, 3 de febrero de 2011

DOS DÍAS EN PARINTINS

En todas las conversaciones siempre hacía la pregunta obligatoria:

"Você é Caprichoso ou Garantido?"



Parintins, en medio del río Amazonas, es más grande de lo que parece. Según la página web de Parintins tiene 100.000 habitantes, según la guía Lonely Planet 70.000 y según mi impresión cuando llegué debe tener unos 2.000. Pero claro, yo sólo me moví por el centro y supongo que en los barrios de la periferia y en las comunidades indígenas y riberiñas vivirá mucha más población.


Me dio la impresión de ser un sitio tranquilo, aunque con muchas motos, triciclos y bastantes coches. Las calles no son muy grandes y lo único que desluce es la iglesia, un edificio gigantesco que desentona totalmente con el medio.


En el día y medio (casi dos) que estuve allí aproveché para pasear a la orilla del río, hablar con la gente (que era encantadora, muy abierta y dispuesta a ayudar) y probar distintos tipos de cerveza en las terrazas del centro.


Virginie ya había vivido tiempo allí y la conocían en la Hospedería Siridó, un sitio bastante cutrillo pero muy céntrico y donde casi éramos una familia. También busqué si había alguien de CouchSurfing por allí y encontré a 4 personas, que resultaron ser todas familia. Al final, sólo pudimos quedar con Junior, y estuvimos tomando algo mientras practicábamos portugués y nos contaba cómo era la vida en Parintins. Me quedé con ganas de estar más tiempo porque dijo que muchos sitios que merecía la pena visitar estaban cerca, pero había que ir en barco, así que lo dejo pendiente para la próxima.


Al día siguiente, el 20 de enero, yo cogía el barco temprano que me llevaría por el Río Amazonas hasta Belém, en la desembocadura. Estuvo toda la noche lloviendo y amaneció igual, sin ninguna pinta de parar. Cogí un taxi porque el puerto actual (el otro está en obras) estaba un poco lejos del centro. Por suerte, decidí ir con tiempo porque tuvimos un pequeño mal entendido el taxista y yo, y en vez del puerto me entendió al aeropuerto, así que el viaje fue un poco más largo de lo normal. Menos mal que el camino se hizo ameno porque me fue contando su vida y la de sus hijas (y por supuesto yo entendía la mitad y la otra la imaginaba).

Cuando llegamos al puerto (esta vez sí era el correcto) me quedé junto a los cobradores de tasas de entrada porque era el único sitio que estaba a resguardo de la lluvia. Supuestamente el barco llegaba a las 8, así que yo estaba allí desde las 7:30h. Al final llegó a las 10 así que me hice amiga de los trabajadores y aparte de conversar, compartieron su desayuno conmigo: una fruta nueva que creo que se llama "uxí" y que tiene un sabor muy curioso. ¡Me gustó mucho!

Para ver las fotos, pincha aquí

7 comentarios:

  1. Después de tanta fruta exótica, no te van a gustar los platanos.
    Besitos

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  2. Hay una cosa que ya he aprendido de tu blog. Los horarios brasileños, especialmente los marítimos, siempre son orientativos.

    Besos

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  3. Pues todavía no me he decidido por Caprichoso o Garantido... seguiré dándole vueltas.
    Realmente Parintins parece vacía!!! ¿donde está todo el mundo?
    Un abrazo guapa!!!

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  4. Eres pura sociabilidad!!

    Sigue disfrutando, sigue andando por la vida, sigue creciendo...

    Abrazos fuertes!!

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  5. * Anónimo/a, es verdad que he comido aquí más fruta que en toda mi vida, es que está tan buena...
    * Dani, eso de los horarios "impuntuales" forma parte, es cuestión de "disfrutar de la espera" :-)
    * Ana, según me dijo el taxista los caprichosos eran de la clase alta y los garantidos eran el pueblo llano, la clase obrera.
    * Su, gracias!! En eso sigo. Más abrazos pa'ti.

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  6. More eres la caña de la montaña!!!!!

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  7. Jajaja Qué bueno Lu! Gracias ;-)

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